La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) presenta un interesante concepto, el de la pobreza energética, al que define como la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas como, por ejemplo, mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud: entre18 y 20º C en invierno y hasta 25º C en verano. Las causas que generan esta precariedad energética son diversas, pero una de las que la condiciona es la calidad insuficiente de la vivienda que hace aumentar el consumo, es decir, la demanda energética.
La demanda energética es la energía necesaria para mantener en el interior de una vivienda o edificio unas condiciones de confort térmico adecuadas a su uso y a la zona climática donde se ubica. El volumen de esta demanda, además de tener implicaciones para la economía familiar, influye también en el medio ambiente.
El consumo energético en la Comunidad de Madrid por sectores muestra que, por detrás del transporte, se sitúa el sector doméstico, con un 22,8%. En datos de la Unión Europea, ese cálculo del consumo energético de las edificaciones se eleva al 40% del consumo total de los estados.
En cada uno de estos dos aspectos (el social y el ambiental), se pueden descubrir, por tanto, las ventajas de una correcta evaluación energética de las viviendas para corregir su eficiencia:
- Sociales: se podrán adoptar medidas para reducir el importe de las facturas de los suministros energéticos y, a la hora de alquilar o adquirir una nueva vivienda, los consumidores conocerán su hipoteca energética, el peso que tendrán las facturas energéticas en sus gastos. La pobreza energética se reducirá y aumentará la calidad de vida de los ciudadanos.
- Ambientales: se reducirán la contaminación y las emisiones implicadas en el cambio climático. La etiqueta energética clasifica la vivienda entre la A, las viviendas más eficientes y con menores emisiones de dióxido de carbono equivalentes (CO2eq), y la G, las menos eficientes y con mayores emisiones
Al solicitar la certificación de eficiencia energética de tu vivienda, edificio o local, los técnicos certificadores analizarán diversos parámetros sobre el estado de las fachadas, cubierta, ventanas y de las instalaciones de agua caliente, calefacción, refrigeración,…
Con esta información se elabora la etiqueta energética y se proponen actuaciones para mejorar la calificación. En la mayoría de los casos se podrá conseguir con pequeñas mejoras en los cerramientos y cambios en los rendimientos de los sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente. Escríbenos y te aconsejaremos.